La designación como futuro obispo de Reading del reverendo Jeffrey John, de 50 años, un homosexual que no esconde su condición, ha enfurecido a los sectores más conservadores del clero anglicano.

Prelados, como Cyril Okoracha, arzobispo de Nigeria, el país con la mayor comunidad anglicana, amenazan con dejar la iglesia si la ordenación, prevista para el 9 de octubre, se lleva a cabo. Otros líderes religiosos de Africa y Australia aseguran que seguirán su marcha. En el Reino Unido los conservadores tachan la nominación de

"catastrófica", mientras los progresistas la aplauden.

Tras varios días de silencio, el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, intervino para pedir calma. Williams, un aperturista, ha enviado una carta a los 116 obispos bajo su tutela, pidiendo a todos que reflexionen, pero dejando claro que no intervendrá para impedir la ordenación, como le han pedido.