LAS VICTIMAS. La madre de Sandra Palo, la joven que fue brutalmente asesinada en Madrid en mayo del 2003 a manos de dos menores, calificó ayer de "parche" la reforma legal. A su juicio, las penas para los menores delincuentes "siguen siendo irrisorias". En opinión de Sandra Palo, todos los menores deberían ir "automáticamente" a la cárcel al cumplir 18 años.

ASOCIACIONES. Juan Merín, presidente de la Plataforma de Organizaciones de Infancia, aseguró que la reforma es "precipitada". En la misma línea, Jaume Funes, adjunto al Síndic de Greuges, recordó que el nuevo texto "no se basa en datos objetivos" y dudó de la efectividad de pasar a los chavales a cárceles al cumplir los 18 años.