El matador de toros extremeño Miguel Angel Perera ha sido operado por quinta vez para reducir una fístula que presentaba en el muslo derecho a consecuencia de una cornada que sufrió en Madrid el pasado 3 de octubre, cuando se encerró con seis toros de diferentes ganaderías en el último festejo de su campaña tras una temporada triunfal.

El diestro de Pueblo de Prior (Badajoz), que se había trasladado a Sevilla el pasado lunes para comenzar su rehabilitación, pasó una revisión médica en la que se constató que la supuración y el estado de la herida, que seguía sin cerrarse del todo, aconsejaban una nueva intervención quirúrgica, que se llevó a cabo en el hospital Victoria Eugenia por el equipo del doctor Domingo Jiménez.

Según explicó el apoderado del torero, Fernando Cepeda, "la herida no se cerraba y no dejaba de supurarle, no podía hacer nada, ni entrenar, ni comenzar la rehabilitación y ha sido necesario volver a intervenirle".

El torero pacense, que podría recibir el alta hoy mismo, deberá permanecer en reposo durante unos diez días antes de comenzar los ejercicios de rehabilitación previos a los entrenamientos que le devolverán a la actividad taurina pasadas las fiestas navideñas.