La séptima jornada del juicio por el asesinato del alcalde de Fago, Miguel Grima, que se celebra en la Audiencia de Huesca, estuvo protagonizada por la declaración de los peritos criminalistas Angel Ponce y Grudum Standlin y la de los peritos psicólogos Deborah Calvo y José María caballero. Los primeros dudaron de la efectividad del arma con la que supuestamente se mató a Grima, ya que una escopeta dentro de una bolsa de plástico, bajo unas adversas condiciones climatológicas y sin ser usada en dos años se hubiera deteriorado. Por su parte, los peritos psicólogos describieron la personalidad del único acusado, Santiago Mainar, y concluyeron que su autoinculpación es compatible con su configuración mental y los rasgos "narcisistas" que presenta.

Las conclusiones de los peritos criminalistas, propuestos por el abogado de la defensa Marcos García Montes, fueron cuestionadas por la acusación por haberse realizado las pruebas con un arma distinta a la que acabó con la vida del alcalde.

Ambos criminalistas elaboraron un informe, se entrevistaron con el acusado en la cárcel de Zuera (Zaragoza), y en el club deportivo de tiro San Luis de Málaga llevaron a cabo una serie de pruebas de disparos. Mostraron al tribunal varias siluetas con impactos de disparo.

Angel Ponce explicó que "las marcas -de la prueba practicada en el citado campo de tiro -corresponden a disparos de un arma en perfectas condiciones, de un arma intervenida y limpia y preparada. Con un arma azarosa, que se encuentra de una forma más o menos extraña y normalmente suele estar oxidada y presentar problemas con los percutores, hay que tomar precauciones", apostilló.

También declararon los peritos psicólogos. Explicaron que evaluaron a Santiago Mainar con el fin de determinar su estado mental y concluyen que su autoinculpación es compatible con su configuración mental.