Al modisto Manuel Pertegaz, de 86 años, se le quedó ayer pequeño su cuerpecillo de duende para contener la emoción. Inauguró "conmocionado" la muestra que ya estuvo en el Museo Reina Sofía de Madrid y que ayer llegó a Barcelona con la novedad de un esbozo del traje de novia de Letizia. "Este año no me cabe en el corazón, incluso he llorado. Sería un borde si no lo agradeciera", dijo.

A la emotiva reverencia se sumaron diseñadores como Antonio Miró y Rosa Clará y algunas de las mujeres que durante ¡70 años! han pasado por su cinta métrica. 600 de ellas sacaron sus pertegaz del armario para la antológica, aunque sólo 72 han pasado la criba del museo. Y no, no hay vestidos de Audrey Hepburn, Ava Gardner ni de la Reina, algunas de sus clientas. Tampoco está el traje de Letizia. "Lo intentamos, pero lo expondrán en Aranjuez", dijo Pertegaz.

El modisto dijo que había elegido el "oficio más atormentado", pero que sus "sueños nunca fueron tan grandes". Luego recordó cuando viajó en 1954 a EEUU con Givenchy y Balmain. "Nos recibieron como a Franco", rememoró el modisto. De su época ultramarina data uno de los recortes que hay al lado del boceto del traje de Letizia. En una página de Harpers Bazaar se ve una caricatura del modisto vestido de torero. "La sensación de la costura española", dice al lado. Pertegaz recordó que pudo suceder a Dior: "No quise cerrar mi negocio en España. Y no me arrepentí".

Llegó a tener 700 empleados. Pero cuando Letizia se puso en contacto con él, hacía ya más de una década que sólo recibía a sus clientas de toda la vida. Y tras el boom Letizia, llegó al Reina Sofía. "La princesa fue a ver la muestra y me llamó para decirme que le había gustado mucho. ´Todo ha sido debido a ti´, le repliqué. ´El mérito es tuyo´, me dijo ella". Sin discípulos, sabe que cuando cuelgue la aguja habrá acabado una manera de hacer moda.

PAREJA BIEN AVENIDA Las personas que ayer por la mañana pasaron ante el Congreso de los Diputados se llevaron una sorpresa: la princesa Letizia y la reina Sofía estaban tras una mesa petitoria colaborando con el día de la banderita que organiza cada año la Cruz Roja. Además de enganchar una pegatina a los que se acercaban con un donativo, Letizia se estrenó en las tareas benéficas colocando un pin con el símbolo de la Cruz Roja en la chaqueta de la Reina. En otra mesa se repartían el trabajo las infantas Cristina y Elena.

A la mesa que compartían la Princesa y la Reina acudió el príncipe Felipe, que además de besar a su esposa exhortó a los periodistas a rascarse el bolsillo: "A ver si contribuimos todos". El Príncipe, por complacer a las dos anfitrionas, fue condecorado con dos banderitas. También se dejaron ver en esa mesa los diputados Eduardo Zaplana, Miguel Angel Cortés y Luis Mardones.