La mitad de las playas vizcaínas, 14 de 28, recibieron ayer manchas de fuel, y restos del vertido llegaron a la costa guipuzcoana por primera vez desde el hundimiento del Prestige . La diputada de Medio Ambiente de la Diputación Foral vizcaína anunció que estudian personarse en la causa abierta por el desastre ecológico. Por su parte, el portavoz del Ejecutivo autonómico, Josu Jon Imaz, advirtió de que la situación puede empeorar en el litoral vasco en los próximos días.

Las manchas llegadas a Euskadi eran esperadas por el cambio de dirección de los vientos, por lo que se habían dispuesto los medios para comenzar la limpieza de calas y playas. Las primeras estimaciones cifran el chapapote recogido en territorio vizcaíno en 2,5 toneladas. Seis embarcaciones de diferentes puertos vascos se han hecho a la mar para recoger fuel y se han extendido las barreras oceánicas.

Las tareas de recogida quedaron facilitadas por las bajas temperaturas. Los operarios destacaron que las manchas, en su mayoría de pequeño tamaño, se desprendían con gran facilidad de la arena y de las rocas "nada más tocarlas con el pincho". La Diputación Foral de Vizcaya ha contratado cuatro empresas, y 69 personas están trabajando en las playas. Si este personal resultara insuficiente, se pondría en marcha otra fase de actuación en la que entrarían otras 40 personas.

El fuel ha llegado por primera vez a Guipúzcoa. Las manchas son también de pequeño tamaño, y han afectado especialmente a las localidades de Zumaia y Zarautz, y también San Sebastián. Por ello, el Aquarium de la capital dejó de recoger agua de mar para surtir a los acuarios y al oceanario tras saber de llegada de estos restos.