El ministerio fiscal ha pedido un total de 26 años de prisión para dos jóvenes almerienses que propinaron presuntamente una paliza mortal a un toxicómano en julio de 2004, mientras que ha acusado a otros once miembros del grupo de adolescentes de delitos de conspiración para lesionar al hombre.

A la espera de que las partes personadas en esta causa informen a la sección primera de la Audiencia Provincial de sus conclusiones definitivas, la fiscalía considera a J.G.C. y a I.R.P. autores de un delito de homicidio contra S.F.G.S. por el que reclama para cada uno de ellos trece años de privación de libertad.

Para el resto de acusados, otros once jóvenes afincados como los dos anteriores en el barrio San Luis de la capital, el fiscal ha pedido un año de cárcel por conspiración para cometer lesiones.

Los principales acusados en la causa han reconocido ante la sala los hechos que se les imputan, que se remontan a julio de 2004, cuando la víctima -un toxicómano de 36 años que pedía dinero a los ciudadanos que aparcaban sus vehículos- amenazó con una navaja a J.A.G.M., uno de los trece jóvenes que se sientan en el banquillo de los acusados.

Días después del enfrentamiento, concretamente durante la noche del 13 de julio, la víctima fue encontrada tendida en la plaza Juan Casinello de la capital tras haber sido agredida con bates y palos.

La muerte del hombre a consecuencia de las lesiones sufridas en el cráneo se certificó un día después en el hospital de Torrecárdenas. Aunque ya en un primer momento la Policía apuntó como presuntos autores del homicidio a dos jóvenes de 20 años que fueron vistos en los alrededores del lugar de la agresión portando unos palos, no fue hasta el año siguiente cuando los agentes lograron arrestar a los trece acusados gracias a un chivatazo, según ha relatado hoy el policía que investigó los hechos.

Durante la práctica de la prueba testifical, el agente ha afirmado que, tras el chivatazo, los acusados, que habían planeado conjuntamente la acción contra el hombre, intercambiaron llamadas y mensajes telefónicos con referencias directas a lo ocurrido.

Los jóvenes fueron delatándose unos a otros en su declaración ante los agentes, que también arrestaron a un menor de edad al que le consta una condena por esta misma causa.

En la declaración prestada hoy ante la sección primera, el joven ha reconocido que él y varios acusados llamaron la atención de la víctima para que se dirigiera al lugar en el que se perpetró la agresión, de la que no ha facilitado detalle alguno al asegurar que, una vez iniciada, abandonó el lugar, en el que sí permanecieron al menos ocho de los once acusados de conspiración.

La vista oral por esta causa proseguirá el próximo lunes, cuando se practicará la prueba pericial y las partes expondrán sus conclusiones definitivas ante el tribunal, presidido por el magistrado Benito Gálvez.