Un avión nigeriano con 111 pasajeros y 6 miembros de la tripulación a bordo se estrelló en la noche del sábado después de perder contacto con la torre de control al introducirse en una tormenta eléctrica. El aparato, un Boeing 737 de la compañía Bellview Airlines que cubría el trayecto entre Lagos y Abuja, la capital del país, desapareció de las pantallas de radar pocos minutos después del despegue. Cruz Roja nigeriana confirmó ayer que no había supervivientes entre los ocupantes.

El avión se desintegró al caer al suelo, a unos 30 kilómetros al norte de Lagos. "El aparato todavía está en llamas; no hay pistas de posibles supervivientes", dijo el secretario general de Cruz Roja, Abidún Orebiyi.

La cadena de televisión AIT mostró imágenes de cuerpos desmembrados y carbonizados esparcidos a lo ancho de una amplia área boscosa. Un cheque por valor de 948.000 nairas (6.025 euros) de la iglesia de la Vida Cristiana Más Profunda apareció entre el fuselaje del avión.

A bordo se encontraban algunos altos funcionarios gubernamentales de Nigeria, así como un funcionario consular estadounidense y algunos pasajeros europeos. Bellview Airlines es la compañía preferida por los diplomáticos extranjeros.