Anda la cantante cacereña Pilar Boyero (Salorino, 1972) con el corazón inquieto ante el nacimiento de su cuarta criatura musical, un disco dedicado a la copla que ha grabado en los estudios de Javier Limón, uno de los productores de moda, Grammy Latino por Lágrimas Negras (El Cigala y Bebo Valdés), y padrino de figuras como Paco de Lucía, Estrella Morente, Andrés Calamaro, Luz Casal o Concha Buika.

A falta de mezclas, título y últimas colaboraciones, el trabajo musical estará en el mercado después de Navidades con un listado de lujo en la nómina de invitados: a la trompeta de Jerry González y la flauta de Jorge Pardo se unirán la guitarra del Niño Josele, el piano de José Reinoso y la armónica de Antonio Serrano. Todos han contribuido a hacer un disco diferente en el que Pilar Boyero ha apostado por un repertorio basado en temas de Concha Piquer, Marifé de Triana, Juana Reina y Miguel de Molina, además de uno de Rocío Jurado.

Pero por encima de ello está la marca de Casa Limón. Su forma de concebir la música se hace presente en este disco, explica la tonadillera, "con unos arreglos modernos que imprimen muchísimo ritmo a la copla", sin ningún parecido a lo que ella había grabado hasta ahora. "Javier Limón no quería copla fusionada con jazz porque ya lo hizo con Martirio. Quiere una fusión más flamenca, más árabe, recordando que nace en Cádiz y es muy mora. El disco me sabe muy moro, flamenco y con olor a mar y sal", añade.

Y es que Pilar Boyero quiere aprovechar la oportunidad que le llegó por la amistad de Jerry González con Javier Limón, con el que está encantada: "He alucinado con su forma de trabajar. Es un musicazo, tiene las ideas clarísimas y trabaja con los mejores. Casa Limón es un sello de calidad absoluto", recalca.

Entre las canciones elegidas, Dolores, la golondrina , Mañana sale o La ruiseñora , "con un toque tan distinto y diferente que va a sorprender" dice la cantante, a la que Javier Limón ha logrado sacar su lado más íntimo y maduro: "Son las canciones que he llevado siempre en mi bagaje emocional. Estoy satisfecha de lo que se ha hecho desde la primera a la última. Eso no te pasa en todos los discos", concluye.

Ahora espera el futuro en forma de promoción. Pilar pretende que este cuarto trabajo sea "un punto de inflexión" en su trayectoria y que sirva para acercar la música tradicional española a amantes y desconocidos. "Va a marcar un antes y un después pero, sobre todo, por la satisfacción de haber hecho un disco del que me siento orgullosísima". Cada copia del disco llevará un libreto en el que colabora Marifé de Triana para explicar la historia de las canciones.

Su productor, que también se encargará de la nueva imagen de la artista, le ha dicho que tiene un nivel musical para que se valore en Nueva York. Ojalá, porque tendrá sabor a limón.