Un viaje en ultraligero desde Reino Unido hasta Australia es una aventura ya suficientemente emocionante de por sí, pero hay un factor que puede hacerla aún más interesante: que el piloto sea un ciego. El invidente Miles Hilton-Barber no está haciendo esto para convertirse en el primer ciego que vuela desde Londres a Sydney, "sino para devolver la visión a miles de personas que están perdiendo la vista por enfermedades evitables", aseguró hoy al periódico "The Jakarta Post".

Este fantástico viaje no podía dejar de tener detrás una causa justa. Hilton-Barber, un británico de 58 años que se quedó ciego a los treinta por una enfermedad degenerativa, trata de llamar la atención y recoger fondos para tratar financiar operaciones de cataratas en países en vías de desarrollo. El proyecto, bautizado como "Aventura Microligera", forma parte del programa del banco Standard-Chartered "Seeing is Believing" (Ver para Creer).

El viaje se inició el pasado 7 de marzo en la capital británica y desde entonces el piloto ciego, acompañado con su copiloto vidente Richard Meredith, ha recorrido Francia, Italia, Grecia, Chipre, Jordania, Arabia Saudí, Bahrein, Emiratos Árabes, Omán, Pakistán, la India, Bangladesh, Birmania, Tailandia, Malasia y Singapur. En este tiempo los dos hombres y su aparato, un Pegasus Mainair GT 450, se han enfrentado a temperaturas extremas y fuertes turbulencias mientras sobrevolaban los desiertos de Arabia Saudí y tormentas de nieve y granizo entre el Líbano y Jordania. Según el protagonista de la hazaña, en la actualidad hay 37 millones de ciegos en el mundo, la inmensa mayoría en países en vías de desarrollo, pese a que el 75 por ciento de los casos de ceguera son evitables.

Superar las adversidades

Además de recaudar dinero para la lucha contra la ceguera, Hilton-Barber tiene otro objetivo con la travesía: dar esperanza y demostrar que todos los sueños pueden cumplirse. "No dejes que nadie te diga que no puedes alcanzar tus sueños. El único límite en nuestras vidas está dentro de nosotros mismos" y "yo estoy ahora haciendo realidad mi sueño", señaló. Hilton-Barber perdió la visión hace ya casi tres décadas, pero fue hace tan sólo cuatro años cuando logró cumplir su ansiado deseo de aprender a volar. Para ello, utiliza un instrumento de última tecnología que le transmite de forma oral toda la información que necesita para pilotar un avión.

Este domingo, el ultraligero de Hilton-Barber tomó tierra en el aeropuerto de Yakarta Este procedente de la isla indonesia de Sumatra, y pronto proseguirá su viaje haciendo escala en otros tres aeropuertos indonesios (en Java Oriental y dos ciudades de Nusa Tenggara) antes de dirigirse a su destino final, Australia. El aparato aterrizará primero en la ciudad australiana de Darwin y, desde ahí, iniciará la última etapa del vuelo, que llevará a los dos hombres a Sydney, la mayor ciudad.

Este viaje es una muestra más del ansia de aventura y la valentía de este hombre, que le han llevado a recorrer el mundo entero realizando proezas a las que muchas personas con visión no serían capaces de enfrentarse. Desde Africa hasta Extremo Oriente, la ceguera no ha impedido a Hilton-Barber buscar siempre la aventura y la emoción. Según su propia página web, ha subido al monte Kilimanjaro en Tanzania, el pico más alto del continente africano, y también a la mayor cima en Europa, el Mont Blanc.

Este invidente también ha intentado ser la primera persona ciega en alcanzar el Polo Norte en un trineo, ha completado el "Maratón de las Arenas" (240 kilómetros a través del desierto del Sahara) y ha recorrido el mundo utilizando 80 métodos de transporte diferentes. Este incansable británico ha corrido maratones en China y Siberia, ha cruzado el desierto de Qatar en 78 horas sin parar y ha realizado más de 40 saltos de paracaidismo deportivo, lo que le ha convertido en todo un ejemplo de cómo la fuerza de voluntad permite superar los mayores obstáculos.