Egipto se ha salido al final con la suya. El complejo que incluye la gran pirámide de Guiza ha saltado de la lista de candidatos a las siete nuevas maravillas del mundo. Los espectaculares templos funerarios de los faraones Keops, Kefren y Micerinos, y la efigie de Guiza, levantados hace más de 4.500 años en lo que hoy es El Cairo, se han hecho con el título de candidatos honoríficos. No compiten, pero siempre serán maravilla. Las presiones e incisivas críticas vertidas por las autoridades egipcias han evitado que las pirámides pugnen con los monumentos finalistas, entre ellos la Alhambra de Granada.

La fundación New7Wonders, que patrocina la consulta a nivel mundial, ha colgado en la web donde se pueden elegir las nuevas 20 candidaturas un aviso según el cual no las pirámides no se pueden votar "porque merecen un estatus especial". La nota indica que la decisión se toma por acuerdo del consejo de antigüedades egipcias y el Ministerio de Cultura Egipcio.

Las autoridades egipcias enviaron una carta a la Unesco para expresar su "profundo malestar" por la iniciativa de la fundación Wonders, que calificaron de "votación de aficionados carente de bases científicas". La fundación, con sede en el Museo Heidi Weber de Zúrich, fue creada por Bernard Weber, antiguo ayudante de Federico Fellini, aviador y aventurero, que decidió someter a votación mundial y popular los máximos monumentos del mundo. La iniciativa contó con el apoyo del actor Dennis Hopper, el escritor Paolo Coelho, el exdirector de la Unesco Federico Mayor Zaragoza y de Bertrand Piccard, protagonista del primer vuelo en globo alrededor del mundo sin escalas.

En la lista se incluyeron decenas de obras arquitectónicas construidas hasta el año 2000. Tras varias cribas, quedaron 21, entre ellas las pirámides de Guiza, lo que causó oprobio en El Cairo. Las autoridades egipcias rechazaron con indignación la iniciativa. "El complejo de Guiza es la única de las siete maravillas antiguas que está en pie", clamó airado el director de Consejo Supremo de Antigüedades, el arqueólogo Zahi Hawas.

Hawas propuso crear un comité de 300 arqueólogos, intelectuales, escritores y filósofos para que fueran ellos los que designasen los siete monumentos más importantes y significativos de la historia de la humanidad.

A esta crítica se sumó el ministro de Cultura, Faruk Hosni, que no tuvo reparos en calificar la campaña de "proyecto absurdo" y de acusar al millonario suizo de pretender autopromocionarse en el mundo. El Se defiende asegurando que dedicará parte del dinero a reconstruir el buda de Bamiyan, en Afganistán, que dinamitaron los talibanes.