Lo de menos para Brad Pitt fue cumplir los 40. En su reciente fiesta de aniversario, el actor hizo el sobreesfuerzo de disfrazarse de Simon le Bon, líder de Duran Duran, solamente para satisfacer a su esposa, Jennifer Aniston, que en cuestión de fantasías apunta al género new romantic. El protagonista de El club de la lucha no se limitó a pintarse la raya de los ojos y ponerse los botines. Pitt se lo tomó en serio y dedicó a su esposa una versión de karaoke de Wild boys, uno de los grandes éxitos del cantante.