Llega el verano y, con él, los termómetros que marcan unas temperaturas que invitan a pasar más tiempo fuera de casa. Es la época del año que más gente espera porque también tienen lugar las tan esperadas vacaciones. Lo que ocurre, al tiempo, es que apetece menos hacer nada pero uno siempre se quiere mantener guapo y lucir perfecto en cada ocasión. Las planchas para el pelo se convierten en un gran aliado a la hora de poder moldear el cabello como más se prefiera desde la comodidad del hogar. Además, gracias al avance en la tecnología y los materiales que ha habido en los últimos años en el mercado, se encuentran muchas y muy diferentes a disposición de cualquiera, ya que su precio también se ha economizado bastante. El cuidado del cabello, como es lógico, también parte de emplear el champú y acondicionador adecuados y tratar de protegerse de los rayos del sol u ofrecer una recuperación extra cuando eso pasa o cuando el cabello entra en contacto con el agua del mar o de la piscina. Lo bueno de las planchas del pelo es que sirven para hacer cualquier peinado (tanto para alisar como para rizar o aportar ondas) y se pueden emplear en todo tipo de cabellos. Desde aquí vamos a hacer un resumen de los principales tipos de planchas para el pelo que se pueden encontrar hoy en día.

  1. Placas de titanio. Nos hemos querido centrar en esta parte en concreto de las planchas para pelo porque son, en realidad, las que entran en contacto directo con el cabello y, por tanto, son sumamente importantes. El titanio es un estupendo conductor térmico y esto se traduce en que las placas de este tipo de planchas consiguen alcanzar la temperatura deseada en muy poco tiempo. Además, se trata de un material ligero, que resiste muy bien ante los cambios de temperatura extremos. Se dice de estas planchas que sus acabados son muy pulidos (tanto en peinados lisos como con ondas). Y a esto hay que sumar el que suelen durar bastante más que cualquier otra.
  2. Placas de cerámica. Si la primera de ellas obtuvo muy buenas calificaciones, ésta tampoco se queda atrás y es, actualmente, el material predominante en la mayoría de las planchas de pelo que se encuentran en el mercado, en el sector de gama media o alta. Algo muy importante a reseñar de este tipo de planchas es que, al contar con un coeficiente de fricción muy bajo, el pelo resulta mucho menos dañado por su uso, aunque se haga de forma continuada. Al igual que las planchas de titanio, las de cerámica también son muy buenas conductoras del calor y son muy resistentes, lo que aseguran una alta durabilidad. Una de las cosas que más preocupa a las mujeres es el encrespamiento y con este tipo de planchas de pelo es una preocupación menos porque suelen aportar iones negativos que contrarrestan la electricidad estática con la que cuenta el cabello.
  3. Placas de cerámica con turmalina. Para quien no lo sepa la turmalina es un mineral que refuerza, precisamente, lo ya comentado de ir en contra de la electricidad estática. ¿Por qué? Muy sencillo. La principal propiedad de la turmalina es la piroelectricidad, con ella se producen cargas negativas en el momento en el que la placa se calienta y éstas se adhieren al cabello, contrarrestando las cargas positivas que se generan, normalmente, cuando se seca el pelo. Así, el aspecto que se consigue está libre de encrespamiento, por lo que el pelo luce mucho mejor y más sano.

En otro apartado podríamos categorizar las planchas para el pelo que son fijas y las que son basculantes. Como su mismo nombre indica las fijas son aquellas que cuentan con placas que no se mueven. Éstas son las más comunes cuando se opta por planchas para el pelo de una gama media o baja. Lo que ocurre con ellas es que no se ejerce la misma presión por cada uno de los mechones. Por su parte, las basculantes sí que se mueven y, siendo así, se consigue siempre una misma presión por todo el cabello, con lo que el resultado es mucho más uniforme.

En cuanto al tamaño de las placas se puede ver que hay tres tipos principales: las estrechas, las medianas y las grandes. Las segundas suelen ser las más demandadas y ofrecen unos resultados más que aceptables para todo tipo de peinados. Por su parte, las estrechas son de lo más versátiles y se pueden conseguir peinados más apurados, sobretodo si se pretende usar la plancha también para crear rizos o similares. Están pensadas, sobretodo, para personas con cabellos cortos o no muy abundantes. Las placas más grandes quedan relegadas para alisar o para crear grandes ondas. Vienen muy bien para aquellas personas que tienen mucho pelo o cuyo cabello es rizado.