El cambio climático, que se prevé especialmente duro en toda la cuenca mediterránea, pondrá en peligro la supervivencia en España de muchos kilómetros de playas, sobre todo en deltas y marismas, y de ricos ecosistemas del Pirineo. Esta es una de las principales conclusiones del informe elaborado por el Grupo Intergubernamental del Cambio Climático de la ONU, que augura para España una subida del nivel del mar de 44 centímetros a final de este siglo y un retroceso de las playas de entre 20 y 40 metros.

Como dejó ayer bien claro el secretario de Estado de Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático, Arturo Aizpiri, el sur de Europa será "el gran perdedor" de este fenómeno de mutación del clima vinculado a la emisión de gases de efecto invernadero, mientras que España será "uno de los países más afectados". El estudio daba ayer ya por seguro que la temperatura del planeta subirá al menos 0,6 grados a finales de este siglo, con independencia de que se tomen o no medidas. Es decir, aun en el supuesto de que consigamos mantener las emisiones de CO2 en el mismo nivel del año 2000.

Sobre esta base, el grupo de expertos de la ONU prevé que las zonas más vulnerables de Europa serán el Mediterráneo y el sur. Así, los episodios de sequía extrema comenzarán a producirse en estos países cada 10 o 40 años, en vez de cada 100 años como sucede hasta ahora. Con el aumento de las temperaturas, las lluvias serán cada vez más escasas pero más torrenciales, se incrementará el riesgo de incendios y habrá olas de calor con mayor frecuencia. Este incremento no afectará por igual a toda España.