La población española crecerá solo un 2,7% en los próximos diez años, lo que supone un aumento de 1,2 millones de residentes, y la esperanza de vida aumentará en 1,6 años de media, por lo que la tasa de dependencia aumentará seis puntos hasta el 55,1%.

Estos son algunos de los datos más destacables de un estudio de Proyección de la Población de España a Corto Plazo 2010-2020 elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) que detalla que en los últimos diez años la población ha crecido un 14,8%.

En cuanto a la llegada de inmigrantes, el INE calcula que al final del 2010 serán unos 460.000 inmigrantes, lo que supone una reducción del 54,4% respecto al millón de personas que entraron en España procedentes del extranjero durante el 2007.

REDUCCIÓN DEL FLUJO MIGRATORIO

Según los cálculos del INE, que trabaja sobre la premisa de que las tendencias demográficas se mantendrán estables, la reducción del flujo inmigratorio y el envejecimiento de la población resultará en un menor crecimiento demográfico en todas las regiones de España.

De hecho, la población decrecerá en el Principado de Asturias (en un -3,2%), País Vasco (-2,0%), Castilla y León (-1,9%), Galicia (-1,6%) y La Rioja (-1,3%), y en la mayoría de ellas el número de defunciones será claramente mayor que el de nacimientos.

En el extremo opuesto se situarán Castilla-La Mancha, con un crecimiento de la población del 6,4%; Baleares, con un aumento del 6,4%; Murcia, con un 6,0%; la Comunidad Foral de Navarra, con 5,5%; Comunidad de Madrid, con el 5,4%, y Andalucía, con un 5,0%; además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, con crecimientos poblacionales superiores al 5% en todas ellas.