Los octogenarios son el colectivo que más ha crecido en España en los últimos quince años -el 66 por ciento frente al 13 por ciento de aumento del resto de la población española- y suman ya cerca de dos millones de personas.

Así consta en el informe bianual "Las personas mayores en España 2006", elaborado por el Imserso y presentado hoy en una rueda de prensa por la secretaria de Estado de Servicios Sociales, Familias y Discapacidad, Amparo Valcarce.

El informe explica que en España viven más de 7,3 millones de personas mayores de 65 años, el 16,7 por ciento de la población, tres décimas menos de lo registrado en el informe de 2004.

Tercer país más envejecido en 2050

Este "leve rejuvenecimiento de la sociedad", debido a la población inmigrante y al repunte de la tasa de natalidad de los últimos años, ha conseguido que la ONU sitúe a España como el tercer país más envejecido del planeta en 2050, por detrás de Japón e Italia, -un puesto por debajo de lo anunciado hasta ahora.

Las comunidades con más mayores son Castilla y León, Asturias, Galicia y Aragón, donde el 20 por ciento de la población es mayor de 65, frente a las islas Canarias y Baleares, que son las más jóvenes.

El estudio constata además un aumento de la esperanza de vida en España, que se encuentra entre las más altas de la UE y del mundo y alcanza ya los 79,7 años (76,3 para varones y 83 para mujeres).

Además, según la Encuesta de Condiciones de Vida de Personas Mayores 2006, elaborado por el Ministerio de Trabajo y el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y presentada por Amparo Valcarce refleja que el 46,5 por ciento de los mayores dice tener un estado de salud 'bueno' o 'muy bueno', aunque, un tercio padece problemas osteoarticulares, especialmente las mujeres.

Respecto a la dieta, la Encuesta señala que las personas mayores llevan una alimentación más equilibrada que el resto de la población porque consumen más fruta y verdura fresca y menos carne.

Para el 90 por ciento de los mayores, la pensión es su única renta (la pensión media contributiva, el 1 de mayo de 2007, era de 672 euros y la de jubilación de 785 euros).

También nueve de cada diez mayores reside en una vivienda en propiedad, normalmente 'bien dotada', aunque con carencias sobre todo en la calefacción central.

Además, el 40 por ciento de los mayores tiene teléfono móvil, el 9 por ciento está conectado a Internet, y el 80 por ciento pasa de la política porque le preocupa más su salud.

Contacto cercano con familiares

En cuanto a las relaciones personales, el informe asegura que la mayoría de los ancianos mantiene un contacto cercano con sus familiares y amigos.

En concreto, uno de cada cinco ancianos vive solo (especialmente mujeres), aunque lo normal en este colectivo es vivir con su pareja (41 por ciento), o residir con algún hijo (35 por ciento); entre estos últimos, el 43 por ciento cuida a los nietos de la vivienda.

Además, el 0,6 por ciento de los mayores son "abuelos golondrina" y rotan entre las casas de los hijos -normalmente por periodos de unos 3 meses-.

Si se trata de cuidados, el informe constata que las mujeres siguen siendo las principales cuidadoras de los mayores.

En concreto, el 38 por ciento de las mujeres que ayudan a los ancianos en su vida cotidiana son sus hijas, el 22 por ciento son la cónyuge del hijo, el 10 por ciento son hijos varones y el 9 por ciento son personas empleadas del hogar.

El informe destaca la progresiva implantación de los servicios sociales en España y refleja que el 4 por ciento de los mayores recibe ayuda a domicilio (300.000 usuarios), el 3,5 por ciento tiene teleasistencia (261.433 beneficiarios), y que la tasa de plazas residenciales ha superado, por primera vez, el cuatro por ciento, hasta las 298.870 plazas (el 56 por ciento de ellas privadas).