El imprevisible Pocholo Martínez-Bordiu empieza a sacar rentabilidad de la popularidad que le da su participación en Hotel Glamour , de Tele 5, y pide más de 9.000 euros (1,5 millones de pesetas) por cada aparición en discotecas y presentaciones. El jueves tenía que hacer de jurado en un concurso de gogós y no dejó pasar la ocasión de seguir forjando su leyenda.

Pocholo debía aparecer a medianoche en la disco barcelonesa Baja Beach. Pero no llegó al local hasta pasadas las dos de la madrugada. Antes llegó Estíbaliz Sanz, la chica que parece haberle hecho tilín a Pocholo. Cansados del retraso, los organizadores decidieron dar comienzo al concurso de bailarinas y ya habían salido varias concursantes cuando apareció Pocholo, negándose a las fotos y las preguntas. Incluso hubo discusiones con los responsables del local, que veían cómo se desbarataba la operación de márketing.

Pocholo ocupó su sitio, copa en mano, saludando al público y cambiándose de ropa. El presentador le recriminó que llegaba con retraso y que, por lo menos, podía salir a la pista. Dicho y hecho. Un salto y ya estaba en el escenario (foto superior) con sus característicos gritos de guerra. Al final, por el retraso, no cobró y prometió volver otro día.

EXYERNO DE ADOLFO SUAREZ

Hijo de José María Martínez-Bordiu y Clotilde Basso, Pocholo, futuro barón de Gotor, es la oveja negra de la familia, un hippy de 47 años, que vive en Ibiza y monta eventos lúdicos. Con fama de mujeriego y una estancia en una cárcel de Uruguay por supuesto tráfico de drogas, en 1992 sorprendió casándose, con chaqué, (foto inferior) con Sonsoles Suárez, hija del expresidente Adolfo Suárez. Dijo que había sentado la cabeza, pero volvió a sus viejos hábitos.