Gerry y Kate McCann, padres de Madeleine, no utilizarán para su defensa judicial el fondo creado con donaciones de particulares para ayudar a encontrar a la niña, ha informado hoy el portavoz de la familia, David Hughes. "Ellos han decidido que no recurrirán a esos fondos para su apoyo legal", después de que la policía portuguesa les declarase sospechosos de la desaparición de la menor, ha manifestado Hughes.

"La opinión de Gerry y Kate es que, si utilizan el dinero del fondo, es posible que al 90% de la gente que hizo donaciones no le importe. Pero si al 10% le molesta, [entonces] no quieren decepcionarles", ha añadido el portavoz, quien ha puntualizado que los McCann desean evitar cualquier controversia.

El denominado Fondo Madeleine cuenta con unos 1,4 millones de euros y los seis directores que lo controlan tenían previsto reunirse pronto para decidir si el dinero puede ser utilizado en caso de que los McCann sean acusados de la desaparición de la niña.

Pueden arruinarse

El diario The Daily Telegraph ha informado hoy de que si los McCann querían recurrir al fondo para hacer frente a los gastos legales de su defensa, la medida podía enfurecer a muchas personas que hicieron aportes con el objetivo exclusivo de ayudar a buscar a la niña, desaparecida el pasado 3 de mayo de la habitación de un complejo turístico en el Algarve (Portugal).

En caso de no poder acceder al fondo, los McCann --ambos médicos-- pueden afrontar la ruina económica, dice el periódico. Se estima que entre ambos ganan 120.000 libras --unos 178.000 euros-- brutas al año, pero no han vuelto al trabajo desde mayo.

El matrimonio británico, que ha manifestado su indignación por las sugerencias de que mataron accidentalmente a la niña y ocultaron el cadáver, regresaron el pasado domingo a su país tras dejar la casa que habían alquilado en el Algarve.

La semana pasada, la pareja fue interrogada por separado por la policía lusa, que indicó que supuestos restos de sangre de la niña fueron hallados en el coche que el matrimonio alquiló en Praia da Luz, en el Algarve portugués, según los medios británicos.

Madeleine McCann desapareció cuando dormía junto a sus dos hermanos en un apartamento turístico, mientras sus padres cenaban en un restaurante de tapas a unos 50 metros de la habitación.