El agente del Cuerpo Nacional de Policía Luis Sanz Escobar, que estuvo destinado en la comisaría del distrito barcelonés de Horta-

Guinardó, reconoció ayer en la Audiencia de Barcelona haber abusado sexualmente de una inmigrante, a la que le propuso borrar sus antecendentes a cambio de mantener relaciones íntimas. Clara Wendy C. D. accedió agobiada por la situación y la posibilidad de que sus expectativas de regularización se frustraran.

El acusado, que ha indemnizado antes de la vista oral a la víctima con 12.000 euros, admitió las imputaciones y la Fiscalía de Barcelona rebajó su petición inicial de ocho años de prisión a solo dos e inhabilitación por otros dos años para empleo o cargo público. El fiscal también pide una orden que le prohíba acercarse a menos de 1.000 metros a la víctima durante tres años.

Clara Wendy C. D., una ecuatoriana en situación irregular en España que estaba tramitando los papeles, fue detenida el 28 de junio del 2005 y trasladada a las dependencias de la comisaría del distrito de Horta-Guinardó. Allí permaneció desde las 12.55 horas hasta las 20 horas de ese mismo día.

El policía imputado tenía asignado esa tarde, según el escrito del fiscal, el servicio de custodia de detenidos, en un turno que inició a las 15 horas y finalizó a las 22 horas. El agente sabía que la muchacha estaba en situación irregular y "consciente de su inquietud", se ganó su confianza prestándole su ayuda y consiguió su número de teléfono.

Sobre las 20 horas Clara Wendy fue puesta en libertad y abandonó la comisaría. Al día siguiente, continúa el relato de la acusación publica, el policía la llamó por teléfono y quedó con ella en su domicilio. Allí, el procesado, con finalidad de mantener relaciones sexuales con la mujer y "consciente de su desamparo y angustia", le explicó, mientras se desnudaba, que él podía borrar sus huellas --ficha policial-- si mantenía relaciones sexuales con él. La inmigrante, temerosa, accedió.