Cada colegio o instituto francés tendrá asignado un agente de policía, encargado de hacer un seguimiento para evitar los actos violentos en los centros escolares, según acordaron ayer los ministros de Educación e Interior, Fran§ois Fillón y Dominique de Villepin.

Villepin precisó que no se pretende introducir a las fuerzas de seguridad en las escuelas, sino colaborar en la prevención y la lucha contra la violencia en ellas. Los agentes no estarán de forma permanente en los centros.