Veintidós de los 28 detenidos en la operación Avispa , que la policía inició el pasado viernes, son jefes importantes de la mafia rusa. Fuentes policiales, que daban ayer por cerrado el dispositivo, les denominaban Vor z Konen , como aseguran que se llaman a los jefes mafiosos rusos, un equivalente a los capos italianos.

La policía hizo ayer balance de la operación, en la que participaron 400 agentes, desplegados por la costa mediterránea. Barcelona fue el núcleo de la investigación, que se desarrolló también en Castelldefels, Málaga, Marbella, Fuengirola, Benalmádena, Torremolinos, Alicante, Orihuela, Benissa y Altea.

A los 28 detenidos --13 en Barcelona-- se les imputan los delitos de asociación ilícita, blanqueo de capitales y quiebra fraudulenta. Según los investigadores, lavaban dinero procedente del petróleo y la venta de empresas en la antigua Unión Soviética, principalmente la Federación Rusa y Georgia. El grupo desarticulado invertía en España en viviendas de lujo, bares, restaurantes y promociones inmobiliarias en la costa.

El entramado de empresas utilizadas para blanquear dinero se encontraba en el Edificio Colón, junto a Les Drassanes de Barcelona. Tras utilizar las sociedades en operaciones importantes provocaban su quiebra y las disolvían.

En el barrio de Pedralbes de Barcelona vivían los capo di capi . 41 viviendas y locales fueron registrados por los investigadores y 42 coches de lujo fueron incautados por la Audiencia Nacional, que coordinó la operación.

En los registros la policía obtuvo información sobre las 800 cuentas bancarias usadas, que ya están bloqueadas, así como de sus propiedades.