Por si los misterios que rodean el incendio del Windsor ya fueran pocos, la policía investiga ahora quién realizó un butrón en los subterráneos de Azca, nombre con el que se conoce a la zona donde se ubicaba el rascacielos. Los agentes, según la agencia Efe, sospechan que el agujero lo realizó el pasado lunes alguien que entró en el edificio por otro lugar y, al no poder salir por el mismo, rompió una pared de pladur del Windsor. Esas personas salieron directamente a los garajes subterráneos.

En la misma línea de incógnita, la policía también está investigando quién y cuándo forzó la cerradura de un paso subterráneo que permite entrar directamente en la torre. Los propietarios del rascacielos acompañaron el domingo a la policía a los sótanos de Azca para mostrar a los agentes alguno de los accesos secundarios que tenía el edificio, que ardió en la madrugada del domingo 13 de febrero. Los investigadores comprobaron que uno de los pasos, próximo a la entrada por la calle de Agustín de Betancourt, estaba cerrado con una verja y con un candado, que había sido forzado.

La hipótesis de los intrusos no resulta descabellada si se tiene en cuenta que, de momento, nadie ha concretado aún a quién corresponden las dos siluetas grabadas.

La existencia del acceso subterráneo ha provocado un enfrentamiento soterrado entre las policías y la inmobiliaria Asón, dueña del edificio. Fuentes de la investigación pusieron de manifiesto el lunes su sorpresa ante la tardanza de los dueños en revelar la existencia de ese paso. Los dueños replicaron ayer que no era secreta, sino que era conocida y visible.