EL ARRESTADO , de 24 años, se hacía pasar en las redes sociales por una niña o adolescente, para así contactar con chicas menores --algo que hizo con 250-- y coaccionarlas para que le enviasen fotos o vídeos de contenido sexual. Si no lo hacían, tomaba el control de su ordenador. Llegó a utilizar hasta 12 personalidades diferentes, de ambos sexos.