Los sindicatos policiales representativos han apremiado al Ministerio del Interior para que desarrollen el marco normativo que permita la dotación de defensas extensibles y de pistolas eléctricas. Esta misma semana los Mossos d'Esquadra han anunciado que habían comenzado a usar este tipo de armas siguiendo lo que es ya "una práctica policial ordinaria".

Los sindicatos SUP, CEP, UFP y SPP han remitido un escrito con fecha de 19 de junio a la nueva secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, en el que recuerdan diferentes reuniones técnicas en las que se abordó esta cuestión.

Los policías aluden en su escrito el uso extendido de este tipo de armas recordando las recientes adquisiciones de ayuntamientos como el de Santa Cruz de Tenerife de pistolas eléctricas para sus agentes locales. El director general de los Mossos, Andreu Martínez, destacó el lunes que la policía catalana es pionera en España y que la implantación de la pistola eléctrica tipo Taser permite equipararles con otras policías europeas: "Nos estamos situando en lo que es una práctica policial ordinaria, de países democráticos y avanzados".

Las asociaciones de la Guardia Civil llevaron al Consejo del Instituto Armado en marzo de 2017 una petición para la dotación de la pistola eléctrica al entender que ayudaría a "reducir el riesgo de sufrir lesiones u ocasionarlas" frente a la tradicional arma de fuego.

La Dirección General de la Guardia Civil aseguró entonces que estaba realizando un estudio de mercado para valorar la conveniencia o no de adquirir estas armas eléctricas. El pasado 21 de noviembre, ante el anuncio de que los Mossos se sumarían a la Ertzaintza en el uso de la Taser, fuentes de Interior consultadas por Europa Press explicaron que el ministerio dirigido por entonces por Juan Ignacio Zoido mantenía en estudio su uso, aunque sus técnicos y expertos en seguridad se decantaban mayoritariamente por no hacer extensivo este elemento de defensa entre los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

DUDAS DE LOS TÉCNICOS SOBRE EL PELIGRO

Los sindicatos policiales son partidarios del uso de la pistola eléctrica para los agentes más expuestos a peligro. Así lo reclamaron ya el pasado 25 de julio, cuando miembros de la Unidad de Intervención Policial (UIP) en la frontera de Melilla redujeron a un individuo que les amenazaba con un cuchillo. Con tal fin, le arrojaron a la cabeza una barrera de plástico para señalizar el tráfico.

La imagen se hizo viral después de que la publicara en redes sociales el Ministerio del Interior. Zoido se comprometió a estudiar cualquier mejora en la dotación de medios, y máxime cuando se mantiene el nivel 4 sobre 5 de alerta antiterrorista ante la amenaza yihadista.

Los técnicos de Interior son reacios a usar el dispositivo eléctrico por su peligrosidad, ante el temor, como dicen sus detractores, de que un mal empleo pueda conllevar graves daños físicos e incluso la muerte de la persona reducida por una descarga. Sus partidarios aseguran que la Taser no es letal, su uso es cada vez más extendido y que, además, constituye una alternativa al empleo del arma de fuego reglamentaria.