Empaquetados en fardos y guardados en decenas de sacas de tela negra. Así viajaron hasta Barcelona, por mar, los 1.400 kilos de cocaína que ayer recuperó el Cuerpo Nacional de la Policía. Coordinados con la DEA --la agencia antidroga de Estados Unidos-- varios agentes de policía irrumpieron el viernes en La Maquinista y localizaron, en el aparcamiento del centro comercial, una furgoneta de alquiler donde estaba la cocaína. Fueron detenidas ocho personas: dos venezolanos y seis colombianos a los que los investigadores consideran los responsables en España de recibir la droga, guardarla y distribuirla al por mayor.

El golpe policial ha noqueado a esta organización venezolana, de la que en junio se supo que estaba tanteando la posibilidad de establecerse en nuestro país. Los datos llegaron al mismo tiempo que la DEA informó a la Policía Nacional de la llegada de este importante alijo de cocaína. "La coordinación con los americanos ha sido perfecta", explicó ayer el comisario Francisco Migueláñez, jefe de la brigada central de estupefacientes de la Policía Nacional. Los agentes especializados en tráfico de cocaína se desplazaron la semana pasada a Barcelona y, desde la jefatura de la Via Laietana, trabajaron con absoluta discreción.