Una abeja común puede recorrer 19 kilómetros y polinizar hasta 10.000 flores en un día. Las abejas extremeñas han logrado en el último año llegar a Japón y entrar en el hogar de miles de nipones. La política de internacionalización que está llevando a cabo la cooperativa de Segundo Grado Euromiel --integrada por Apihurdes, Monte Miel y Sierramiel-- está cruzando fronteras a pasos agigantados.

Euromiel, con sede en Mérida, ha logrado ya poner en el mercado japonés 1.000 kilos de polen fresco, una mercancía que ha viajado vía aérea hasta el país del Sol Naciente congelado a una temperatura de 20 grados bajo cero. Allí, una empresa local se encargará de tratarlo para usarlo como complemento vitamínico. Se trata del primer envío de estas características que parte de Extremadura hacia Japón, aunque no será el último. Tal y como explica el gerente de Euromiel, Ramón Rodríguez, nuevas partidas saldrán este año hacia Oriente.

"Están mostrando un gran interés. Incluso una delegación japonesa viajó hace un año a la región para conocer nuestras cooperativas. Son gente muy exigente, que quieren tenerlo todo bien controlado", explica Rodríguez, que asegura que los procesos sanitarios a los que ha sido sometido el polen extremeño por parte de las autoridades japonesas ha sido muy exigente.

De esta manera, Euromiel abre nuevas puertas en su mercado, donde ya aparecen clientes de países como Alemania, Bélgica, Holanda, Francia y Reino Unido. Pero siguen buscando nuevas vías de comercialización y, con Oriente casi conquistado, tratan de penetrar en otros puntos lejanos del globo terráqueo como Estados Unidos o Emiratos Arabes. Y de paso exportan el nombre, la imagen y la calidad de los productos extremeños.

En este sentido, la región es la tercera comunidad autónoma en producción a nivel nacional. De sus cerca de 357.000 colmenas han salido en los últimos años unos 6 millones de kilos de miel --aproximadamente el 15% del total de España-- y otros 600.000 de polen --el 50%--. Todo ello fruto del trabajo de los más de 800 apicultores extremeños, que se distinguen, según Ramón Rodríguez, por su "profesionalización --cada uno de ellos tiene más de 500 colmenas--, especialización, apicultura trashumante y una producción artesanal y rural".

Y mientras Japón consume polen gracias a las abejas extremeñas, Euromiel, con sus tres cooperativas de Pinofranqueado (Apihurdes), Fuenlabrada de los Montes (Monte Miel) y Torrecilla de los Angeles (Sierramiel), mira ahora la producción de Argentina, que será la que fije el precio para la campaña 2008. El gran productor mundial pasa por un momento de crisis dentro de este sector, lo que puede suponer un incremento del precio de la miel a nivel internacional tras el descalabro del 2005, cuando la región perdió en torno al 30% de sus colmenas y la mitad de su producción por culpa de un desabejamiento de causas diversas aún en periodo investigación.