Muchos de los que nunca han tenido un pájaro en casa, no llegan a plantearselo o no dan opción, porque piensan que son unas criaturas que ensucian mucho, que cantan a deshoras y que dan bastante trabajo. Pero quienes los han tenido, los han cuidado y los han criado saben que no es así. Para Pedro Ceballos, un gran aficionado a la canaricultura que vive en la barriada pacense de San Roque, los canarios alegran el ambiente con sus cantos "y levantan la moral". Dice que sólo hay que limpiar la jaula tres o cuatro veces a la semana y vigilar que siempre tengan agua y comida. A cambio dan un montón de compañía. Pedro conoce a amigos que se negaban a entrar pájaros en casa pero cuando los tuvieron y se les escaparon o murieron, volvieron a por otros porque ya no se planteaban vivir con una jaula vacía.

Pedro Ceballos tiene 49 años y lleva criando canarios desde muy joven. Lo suyo es más que una afición. Acaba de proclamarse en Villafranca de los Barroscampeón nacional de España por equipos en timbrado (fue subcampeón del mundo en el 2004 en Suiza), una prueba que se realiza con un equipo de cuatro canarios que tienen que cantar juntos en armonía ante un juez. "Cada pájaro tiene una calidad y un genotipo y entre unos y otros cogemos los cuatro que canten lo más parecido posible". Para que puedan competir ninguno del equipo puede fallar y a veces ocurre que detienen el canto porque se pone a comer. Para conseguir que todo salga a la perfección requieren entrenamiento. Pedro afirma que lograrlo no es fácil, porque hay que criar a los canarios, seleccionarlos para que canten de forma armónica, mantenerlos desparasitados "y se consigue con muchos años de trabajo". En la última exposición de Lusiberia se llevó el trofeo de la Junta de Extremadura por los 10 ejemplares más puntuados.

De chiquitillo1 le gustaban mucho los animales y empezó a criar canarios con 8 o 9 años hasta que se hizo socio de la Sociedad Ornitológica Pacense. En estos momentos tiene en casa 48 canarios. Los cría y ya hace algunos años que no compra nuevos ejemplares, sino que lo que hace es intercambiarlos con otros socios. Algunos de estos pájaros han estado criando 5 o 6 años y pueden vivir 8 o 9, si están sanos. Este canaricultor afirma que no es una afición cara. Al principio tal vez, para mantener la calidad, pero cuando ya se van criando, se mantienen solos. Comen fruta y alpiste, que venden en tiendas de animales.A pesar de que en su casa es difícil sustraerse al canto de los pájaros, no parece que de momento la prole de Pedro esté entusiasmada con esta afición, tan solo el hijo más pequeño, de 9 años, aunque hasta ahora "lo que hace es soltarlos" . Sus vecinos de la calle Serrano tampoco se quejan.

"lo que hace es soltarlos""Estos pájaros no molestan, todo lo contrario, porque tienen un canto suave"