Dos excesos verbales han marcado el pulso de la semana tras el cambio de Gobierno. El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva (PP), le faltó el respeto a Leire Pajín en clave sexista: "Su carita y sus morritos me provocan siempre pensar en lo mismo". Y Arturo Pérez Reverte se ha parapetado en Twitter para llamar "perfecto mierda" al ministro de Exteriores saliente, Miguel Angel Moratinos. Tras el revuelo, el escritor no ha mostrado signos de arrepentimiento: "Si lo sé, lo insulto mucho antes".

En la era del "Andrea, coño, cómete el pollo" y del Twitter arrecian las salidas de tono, los patinazos y los exabruptos. Salvo el alcalde de Valladolid, que lanza sus bravuconadas a cara descubierta, los deslices suelen ser captados por un micro abierto sin que el implicado se perciba. Es el caso de Federico Trillo ("¡manda huevos!"), José María Aznar ("¡vaya coñazo he soltado!"), José Bono ("los del partido propio son unos hijos de puta"), Mariano Rajoy ("el coñazo de desfile"), Esperanza Aguirre ("hemos dado un puesto a IU quitándoselo al hijo puta"), o Rafael Centeno, diputado PSOE andaluz, el único que decidió dimitir ("los moros que se vuelvan a Marruecos").

Los exabruptos, mucho más fácilmente que las ideas, quedan impregnados en la memoria colectiva. El "¡se sienten coño!" de Tejero, el "¡que te pego, leche!" de Ruiz Mateos, el "¿por qué no te callas?" del Rey, el "¡váyanse al carajo, yanquis de mierda!" de Hugo Chávez, el "¡pobre gilipollas!" de Nicolas Sarkozy. Atendiendo al número de visitas en Youtube, el exabrupto más popular sería "¡váyase usted a la mierda!" de Fernán Gómez, seguido del "dientes, dientes, que es lo que les jode" de Isabel Pantoja, el 2¡que la chupen!" de Maradona y el "¡a la puta calle!" del ya fallecido Jesús Gil.

Está claro que el ataque verbal, una vieja tradición española, ha perdido mucha finura desde que Quevedo insultaba a Góngora: "Yo te untaré mis obras con tocino / Porque no me las muerdas, Gongorilla / Perro de los ingenios de Castilla / Docto en pullas, cual mozo de camino / Apenas hombre, sacerdote indino".