Tras su gira de verano por pueblos de Extremadura, Mercedes Cuadrado, una jornalera de la mejor copla clásica, vuelve a Euskadi con la maleta cargada de buenos momentos.

--¿Cómo fueron sus inicios?

--Como los de un jilguero que canta y canta y nunca se imagina que lo que hace puede valorarlo tanto la gente. Fueron ellos los que me dieron a entender que lo que yo hacía merecía la pena escucharlo. Cuando digo ellos, me refiero a mi familia, a mis amigos, a mis vecinos, a mi cuadrilla... En todos los acontecimientos siempre había alguien que me invitaba a cantar, y así fui cogiendo afición e interesándome por este mundo: flamenco, copla, rumba- hasta que me fui definiendo en la copla y decidimos hacer una grabación en 1992 titulada Quiero cantarle a mi tierra , en la que había clásicos y varios temas inéditos dedicados a Extremadura. Posteriormente llegó una oferta para un programa de televisión, Pasa la vida , que aproveché y viví como una gran experiencia. En aquella ocasión me acompañó un grupo de baile que durante aquellos años venía conmigo en mis actuaciones. Mis inicios no fueron fáciles, pero la música es mi vocación y a ciegas me atreví a luchar ella.

--¿Cómo se define como artista?

--Nunca me he considerado artista, procuro aprender del que sabe más que yo. Lo mío ha sido autodidacta. Canté copla en un momento en el que estaba apartada y se miraba con malos ojos, pero siempre he creído en ella y la he defendido lo mejor que he podido allí donde he estado. Me gusta hacer la copla clásica. Me definiría como clásica y sencilla, como una cantante que canta copla y así mantiene vivos sus recuerdos y no olvida sus raíces.

--¿Cómo ve el mundo de la copla?

--Afortunadamente se le está dando el valor que nunca ha dejado de tener. Tenemos la satisfacción de que mucha gente joven se está interesando por ella y están teniendo las oportunidades que a gente como yo nos hubiera gustado tener. Muchos artistas importantes también han hecho un alto en el camino para hacer copla y devolverla al lugar en el que siempre tenía que haber estado.

--¿Le hubiera gustado llegar a lo más alto?

--Como te digo, no me considero artista. Y más que llegar a lo más alto, me hubiese gustado disfrutar más de lo que hago. Mi pasión es la copla. Tengo claro que nací para cantar.

--¿Qué momentos destacaría de su carrera como cantante?

--Cualquier momento es memorable cuando te subes a un escenario, pero si tengo que destacar alguno me quedaría con aquellos festivales benéficos que se organizaron de inmediato en Euskadi para colaborar económicamente con las inundaciones que sufrió Badajoz en 1997.