Un juez de la localidad portuguesa de Sesimbra ha citado a declarar a cinco monitores del grupo Scout Luján 102, del madrileño barrio del Pilar, acusados de "homicidio involuntario grave" por la muerte de Diego Amador, de 13 años, en agosto del 2005 en un campamento en Portugal.

El fiscal acusa a los monitores de "negligencia" en la muerte del adolescente por permitir que hiciera una marcha en estado febril, y sostiene que Diego murió por agotamiento físico asociado a la exposición al calor tras una caminata de ocho kilómetros sin agua.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Scouts de España (Asde), Julio del Valle, negó ayer en una rueda de prensa que los cinco monitores cometieran negligencia y afirmó que la caminata no podía considerarse como "un esfuerzo sobrehumano" y que estuvo asistida por vehículos que suministraron agua y alimento. Del Valle aseguró que la muerte fue por causa desconocida y no debido a la excursión que realizaron.