TEtstoy deseando que se acabe la campaña electoral para que el tema de la autovía Cáceres-Badajoz se plantee en sus justos términos y no como un pugilato PP-PSOE. Creo que existen tres posturas sobre la cuestión: la Mediero, la Muriel y la Víctor Casco. Simplificando, la tesis del ilustre escritor pacense es que por esa carretera circulan muy pocos vehículos (con cinco coches y cuatro camiones se cruzó la última vez) y la autovía no sería estratégicamente prioritaria. La tesis de José Marcelo Muriel, ingeniero industrial y gerente de la principal industria cacereña, Catelsa , es que esta carretera situaría a Cáceres en las grandes líneas del transporte europeo al ser la ruta más corta entre la frontera francesa y el puerto con más calado de Europa (Sines) y el holding automovilístico de Setúbal. Finalmente, la postura del líder de Izquierda Unida se basa en criterios ecologistas y rechaza la autovía por su impacto medioambiental.

Posturas aparte, lo cierto es que falta un estudio riguroso que mida el tráfico actual de automóviles y camiones españoles y portugueses y valore la incidencia futura en el medio ambiente. Se echa de menos un análisis estratégico sobre las tres rutas Lisboa-Irún: la autovía por Castelo Branco a Guarda y Ciudad Rodrigo, que ya llega a Covilha; la autovía por Cáceres y la futura autovía Castelo Branco-Plasencia. Hasta que no se celebren las europeas no se podrá plantear este tema con seriedad. Mientras tanto, me inclino por la tesis más documentada hasta ahora: la postura Muriel.

*Periodista