El PP cambió ayer de táctica y se desmarcó abiertamente del psiquiatra Aquilino Polaino, que compareció el lunes en el Senado a petición del partido conservador. Durante su intervención, Polaino dijo categóricamente que la homosexualidad es una "patología", y describió a los gays como personas que sufren "más depresiones", además de tener un "narcisismo patológico". Minutos más tarde de esas declaraciones, fuentes del PP explicaron que el partido "ni apoyaba ni dejaba de apoyar" lo dicho por el psiquiatra. Ayer, tras las feroces críticas del colectivo gay y la comunidad científica, la postura del principal partido de la oposición dio un giro de 180 grados.

Uno de los primeros en hablar fue el portavoz del PP en la Cámara alta, Pío García Escudero. Y lo hizo así de claro: "Lamento si las manifestaciones vertidas en el Senado han podido ofender. Pido perdón por las declaraciones". Acto seguido, subrayó que su grupo político "no comparte" las opiniones de Polaino.

DEMOLEDOR INFORME El polémico psiquiatra, que dirige el departamento de Psicología de la Universidad católica San Pablo CEU, no es ningún desconocido para los conservadores. Polaino firma el prólogo de No es lo mismo, un estudio encargado por las asociaciones que convocaron la marcha antigay del sábado en Madrid, apoyada por el PP y la Iglesia. El informe dice que los niños criados por homosexuales sufren "más estrés y drogodependencia".

Después de que Polaino ofreciera sus teorías a los senadores, Agustín Conde (PP) le agradeció su "magnífica exposición", en la que, a su juicio, describió "perfectamente la psicopatología de los gays". Sin embargo, el senador envió ayer un comunicado para explicar que el PP "no comparte" las afirmaciones del psiquiatra. Según Conde, la felicitación se debió a razones de "pura cortesía".

El portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, explicó que las declaraciones de Polaino son "propias de otra época". La exministra Ana Pastor, que asistió junto a Zaplana y otros cargos de su partido a la marcha antigay, también descalificó al psiquiatra: "Como médico, no comparto esa opinión".

Mientras, Felipe del Baño, el diputado del PP en las Cortes Valencianas que acaba de reconocer públicamente su homosexualidad, calificó de "enfermizas" las declaraciones de Polaino, a quien acusó de "incitar" a la homofobia. Mucho más allá fue Carlos Biendicho, miembro de la plataforma de militantes y simpatizantes homosexuales del PP. A su juicio, Polaino es "un enfermo mental" que debe "ingresar en un centro sanitario".

Los otros dos colectivos que despotricaron contra de Polaino fueron la comunidad científica y los homosexuales. Los únicos que lo defendieron fueron él y la asociación Hazte Oír, de las que organizaron la marcha.