El presidente del PP en Cataluña, Josep Piqué, ordenó ayer de forma fulminante la expulsión del partido del alcalde de Pontons (Alt Pened¨s), Lluís Caldentey, tras asegurar que no casaría homosexuales porque se trata de "personas taradas". No fue el único alcalde conservador que reiteró su negativa a oficiar enlaces gays. También lo hizo el de Valladolid, Javier León de la Riva, que llegó a decir que impediría que ningún otro concejal celebre este tipo de enlaces. La mayoría de regidores del PP, sin embargo, insistieron en que ellos no oficiarán este tipo de bodas pero no impedirán que sus consistorios las celebren.

El alcalde de Pontons (una localidad de unos 500 habitantes) no tuvo pelos en la lengua a la hora de manifestarse contrario al amor entre personas del mismo sexo. "Hay que descartar a los homosexuales en el tema del matrimonio porque tienen una anomalía. Son personas taradas que nacen con una deformación física o psíquica. Nunca he visto a dos perros machos hacer el amor, no es natural", manifestó Caldentey.

El alcalde Avila, Miguel Angel García Nieto, también del PP, dijo, por su parte, que la postura del regidor vallisoletano destila "buena hombría", ya que su filosofía es la de "estar de pie ante la vida". El mismo argumento esgrimió Mario Amilivia, de León, para mostrar su rechazo a celebrarlos.