Los paparazzi han descubierto el lugar secreto en el que pasa sus vacaciones Tony Blair. Dos diarios sensacionalistas británicos han publicado fotografías del primer ministro a bordo de una lancha, vestido tan sólo con un traje de baño, el torso desnudo y con la cabellera al viento. El asunto no habría tenido mayor importancia de no ser porque este año Blair (en la foto, con su mujer, Cherie y Berlusconi, en el verano del 2004, en Italia) pidió a los medios de comunicación que respetasen su paradero vacacional por seguridad.

Tras los atentados del 7-J, Downing Street (residencia oficial del primer ministro británico) requirió a la prensa que no publicara la ruta del descanso de la familia Blair para evitar posibles ataques. Sin embargo, el Daily Mail y The Sun han cazado a Blair en pleno momento marino. Ambas publicaciones, en un hecho casi insólito en la prensa sensacionalista de Londres, han omitido el lugar en el que se captaron las imágenes y se han limitado a señalar que están tomadas en aguas del Caribe, sin precisar en qué país.

La pregunta retórica que se hace el Reino Unido tras la visión de su primer ministro en traje de baño es obvia. ¿De qué sirve pedir un pacto de silencio a la prensa? Si los reporteros pueden localizar y fotografiar al premier en bañador, ¿qué podría hacer una célula de Al Qaeda?

El diario The Independent criticó ayer la publicación de las imágenes y que se hubiese vulnerado el pacto de silencio, pero también recordó que los conciudadanos de Blair que permanecen en Londres después de los ataques corren más riesgos que el primer ministro en sus vacaciones paradisiacas.

La difusión de las estampas marineras de Blair levantó la veda del sarcasmo en la BBC, que el domingo ironizó sobre las "tristes vacaciones" del primer ministro tras los atentados.