La prensa diaria francesa atraviesa una de las crisis más graves de su historia. Por primera vez, afecta simultáneamente a la mayoría de cabeceras nacionales y regionales. El célebre vespertino Le Monde y el popular Le Parisien han anunciado reducción de efectivos, mientras que la redacción del conservador Le Figaro está movilizada contra el nuevo propietario, Serge Dassault, que pone en cuestión su independencia editorial.

Las dificultades financieras de Le Monde no son nuevas. La dirección del grupo que preside Jean Marie Colombini intentó combatirlas con una ambiciosa política de expansión y diversificación, con la compra del grupo La Vie Catholique y el lanzamiento de una revista Le Monde 2 . Pero las ventas del diario siguieron bajando hasta pasar de 407.000 a 380.300 ejemplares en los últimos dos años. Y en el 2003 el grupo Le Monde registró pérdidas por 25 millones de euros (4.160 millones de pesetas).

MAL BALANCE EN EL 2003 Colombini ha reconocido públicamente que "las pérdidas son mucho más importantes que lo previsto" y que el 2003 quedará como "uno de los peores para la prensa diaria nacional, en general".