El presidente de la organización francesa El Arca de Zoé, Eric Breteau, encarcelado en Chad, negó las acusaciones por haber intentado sacar irregularmente a más de un centenar de niños de ese país africano, y dijo que su intención era salvarlos de la situación en que estaban y hacer algo por Darfur. "Lo único que hice, es que quise salvar a niños que están desamparados", declaró Breteau en una entrevista publicada hoy por el periódico "Sud Ouest", y se quejó de que "ahora se habla de mí como de un criminal, cuando soy el único que ha tratado de hacer algo por Darfur".

El responsable de la ONG, que no quiso quejarse de las condiciones de encarcelamiento en Chad de él y de sus colaboradores, insistió en que "el único problema es que estamos detenidos cuando somos inocentes". También criticó a los periodistas, que a su juicio no han sido "muy serios" en la "forma de cubrir" la información sobre el caso. Breteau se indignó cuando se le preguntó si admitía haber cometido errores y reiteró que es "inocente".

Versiones contrapuestas

Una versión que no coincide con la ofrecida por la secretaria de Estado francesa de Asuntos Exteriores, Rama Yade, que en otra entrevista a "Le Parisien" reprochó al Arca de Zoé haber "multiplicado las operaciones de disimulo para borrar pistas". Yade explicó que la ONG no sólo cambió de nombre -en Chad se hacía llamar Children Rescue- sino que para confundir hizo creer que iba a crear un centro social en Chad para atender a los niños en lugar de sacarlos del país para trasladarlos a Francia. "Creo que los responsables de la asociación sabían lo que hacían e hicieron todo lo posible" para escabullirse de la ley y no despertar sospechas, señaló la responsable francesa, que consideró que su Gobierno cumplió con su trabajo al advertirlos de que "esa operación era irresponsable".

Comentó que la embajada francesa en Yamena, la capital de Chad, alertó a las autoridades del país africano unos días antes de que se fuera a llevar a cabo la operación de expatriación de los niños -a los que la ONG presentaba como huérfanos de Darfur-, que iban a ser acogidos por familias en Francia. La secretaria de Estado reiteró la posición de París, manifestada por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en favor de que los miembros franceses de la ONG sean juzgados en Francia, y en ese sentido recordó que hay un acuerdo de cooperación judicial con Chad.

"Corresponde a los magistrados franceses y chadianos poner en marcha esa cooperación", indicó. Sin embargo, por parte de las autoridades de Chad, su ministro del Interior, Ahmat Mahamat Bachir, se ha pronunciado en contra de que los miembros del Arca de Zoé sean repatriados a Francia. "Los hechos se cometieron en Chad", argumentó en declaraciones también a "Le Parisien" Ahmat Bachir, quien avanzó en referencia a los responsables de la ONG francesa que "esos bandidos deben ser juzgados y condenados" en su país y "probar nuestras prisiones", donde deben purgar sus penas antes de ser expulsados "de una vez por todas".