Conoce como nadie los entresijos de los tribunales y las cárceles, y es que Miguel Montes Neiro lleva dentro tanto tiempo que apenas recuerda cómo era la vida fuera de las cuatro paredes de su celda. El preso común más antiguo de España, de 60 años, suma 35 a la sombra y encadena hasta 26 condenas por robos e intentos de fuga, la última de las cuales le volvió a sentar ayer en el banquillo. Si es condenado, tendrá que sumar 9 meses más de prisión a los 10 años que aún le quedan. La situación de Miguel es inusual en el sistema penitenciario español.

Su abogado Félix Martín, explica que ha ido encadenando condenas y prisiones preventivas, una tras otra, en vez de solapar las segundas. Así, si se le descontaran de las condenas, como ha reclamado su defensa, el Estado le debería incluso 16 años, y quedaría en libertad inmediatamente.

El informe penitenciario de Miguel acumula cientos de folios, y eso sin contar su ingreso, con apenas 12 años, en un reformatorio tras clavarle una flecha en el ojo a un compañero de juegos. La primera vez que pisó una cárcel fue en 1966, condenado a seis años por robar un cartón de tabaco en un quiosco de Granada.

Ingresó en la Legión al quedar en libertad, pero un incidente en el cuartel motivó que fuera arrestado cinco días, tras los cuales agredió a un superior. Ese fue el principio del declive.Huida tras el velatorio

Evasión, desorden público, quebrantamiento de condena, falsificación de documentos, robo, tenencia de armas y delitos contra la salud pública, entre otros, salpican su historial. En este tiempo solo ha disfrutado de tres años de libertad condicional, aunque fugado ha permanecido otros tantos.

Fue en esos periodos cuando trató de recomponer su vida y formar una familia, su bien más apreciado.

Tiene dos hijas, de 15 y 13 años. En ellas, y en su hermana Encarna, se ha refugiado cada vez que escapaba de la cárcel. La última, en el 2009, tras un permiso para el velatorio de su madre. "Nunca se va fuera, siempre se queda con la familia, por eso le pillan", relata su letrado.