Dos meses después de que se entregara a la policía y se autoinculpara de seis homicidios, Alfredo Galán Sotillo declaró ayer en el juzgado que él no es el asesino del naipe . En un tono de voz tranquilo, el exmilitar de 26 años contestó a pocas preguntas. Eso sí, cuando abrió la boca fue para decir muchas cosas. Entre ellas, que los verdaderos criminales son dos jóvenes cabezas rapadas que él conoce y a los que vendió el arma homicida. "Soy inocente, pero estaba amenazado por estas dos personas y por eso me autoinculpé", explicó.

La declaración de Alfredo Galán puso patas arriba el caso del supuesto criminal en serie, a pesar de que los investigadores le concedieron poca credibilidad y le acusaron de "montar una estrategia" para eludir la cárcel. Alfredo Galán se retractó de todo lo que ha dicho desde que se entregó, el pasado 3 de julio, en una comisaría de Puertollano (Ciudad Real). Según fuentes jurídicas, el exmilitar explicó que los seis crímenes fueron cometidos por dos conocidos suyos. No dijo que eran amigos, sino simplemente que los conocía.

PIDE PROTECCION POLICIAL

Tampoco reveló sus nombres. Sólo dijo que se trata de dos varones. Se limitó a explicar dónde viven y el entorno social en el que se mueven. Sin embargo, no quiso ofrecer más datos y anunció que no los daría a no ser que la juez le ofrezca a él y a su familia protección policial. Tiene miedo, añadió, de que le maten.

Según su versión, Galán les vendió la pistola con la que se cometieron los crímenes, una Tokarev TT-33 del calibre 7,62, que él mismo había comprado cuando estuvo destinado en Bosnia.

Galán argumentó que tanto él como su familia estaban amenazados por los dos skinheads . Estos le presionaban para que se autoinculpara de los seis asesinatos. El, al principio, se resistió. Pero un día --el pasado 3 de julio-- no pudo soportar la presión. Se emborrachó y se entregó a la policía de Puertollano.

Fuentes jurídicas explicaron que Galán conoce el significado de los naipes arrojados en algunos de los crímenes. Sin embargo, no lo desveló. El excabo añadió que, tras entregarse, ofreció a la policía muchos detalles de los sucesos --como el hecho de que algunos naipes estaban marcados con tinta azul-- porque los verdaderos criminales se lo habían relatado.

La declaración del acusado, realizada a petición propia, duró 40 minutos. Hubiera sido más larga si hubiese contestado más preguntas. "No haré más declaraciones. El resto lo diré en el juicio", destacó el excabo.

Ahora, tras las nuevas revelaciones, es la titular del Juzgado de Instrucción Número 10 de Madrid la que tiene que tomar una decisión. Hay dos opciones. La primera es dar por finalizada la instrucción y ordenar la apertura del juicio contra Galán. La segunda es abrir nuevas diligencias para que la policía investigue el entorno del acusado y descubran si realmente hay pruebas contra los dos skinheads.

La declaración de Alfredo Galán coincide con las primeras hipótesis policiales sobre el caso del asesino del naipe .