Vuelve a estar encerrado. Pedro Jiménez, de 35 años, acusado de matar a dos mujeres policías el pasado martes en Bellvitge mientras estaba de permiso penitenciario, ingresó ayer por la noche en la cárcel por orden de la juez titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Hospitalet, Dolores Ferres. De nada le sirvió declararse inocente. La magistrada, en base a las pruebas de las que dispone y previa petición de la fiscal, decretó su prisión incondicional, sin posibilidad de eludirla con fianza.

En el auto de prisión, la magistrada le imputa dos delitos de homicidio, un robo con intimidación, un incendio y un quebrantamiento de condena. Cuando terminó su declaración, antes de empezar la de Mustafá Kamel Dogan, alias el turco --que le escondió hasta su detención--, Pedro Jiménez tuvo que dar una muestra de su saliva para la prueba de ADN.

La juez ha decretado secreto de sumario. El abogado defensor de Pedro Jiménez, Juan Manuel Escutia, explicó, simplemente, que su defendido, con una actitud de serenidad, se había declarado "inocente".