TLtlego a Cañamero. Entro en un bar a tomar café y Saturnina me regala una exclusiva periodística. Es una exclusiva tonta, pero curiosa: resulta que el famoso cantante Miguel Ríos desciende de Extremadura. Concretamente, del pueblo de Navezuelas, en plena serranía de las Villuercas. El café de Saturnina se llama San Miguel y es uno más de los 26 bares del pueblo. Porque eso sí, Cañamero está lleno de bares. Sólo en la carretera, en 50 metros, hay ocho y entre ellos, el de Saturnina, que limpia desde bien temprano la acera de su local con un pitillo en los labios y mucha disposición. Saturnina es una señora moderna que peina melena caoba y te proporciona conversación y amenidad mientras te sirve el café. Roto el hielo, llega el momento de las confidencias: "Pues yo me llamo Saturnina Ríos y como indica mi apellido, soy prima de Miguel Ríos".

El forastero pone cara de extrañeza, como si estuviera asistiendo a una broma o a una fantasmada. Entonces, Saturnina pone cara de ofendida y desvela el gran secreto biográfico del viejo rockero. "Los abuelos de Miguel Ríos eran de Navezuelas, allí vivían y allí nació el padre del cantante, que con el tiempo emigraría a Granada. Hace dos años, Miguel vino a Navezuelas a conocer sus raíces y no hace mucho, nos invitó a toda su familia extremeña a un concierto a Madrid". Saturnina da una calada al cigarro, sonríe retadora, como diciendo ahí queda eso, y el forastero se va de Cañamero con una enseñanza nueva en el zurrón: nunca dudes de alguien que se llame Saturnina.