Dos máquinas excavadoras han comenzado esta mañana las tareas de demolición de cinco viviendas ilegales ubicadas en la urbanización Pedrique de la localidad cordobesa de Obejo, sobre las que pesaba una orden judicial de derribo. La demolición se produce después de que la Audiencia Provincial de Córdoba confirmase la sentencia del juzgado de lo Penal número uno en la que se condenaba al promotor de cinco viviendas y una piscina a un año y ocho meses de prisión y a demoler lo construido, lo que supone la primera decisión de este tipo que se adopta en la provincia.

Sólo una de las cinco casas que serán demolidas es la vivienda habitual de sus propietarios, mientras las otras cuatro son segundas residencias. Las tareas de demolición, que se prolongarán hasta esta tarde, comenzaron ante la mirada de una decena de propietarios afectados por la orden judicial y custodiadas por una treintena de agentes del Cuerpo Nacional de Policía adscritos a la Junta de Andalucía, Guardia Civil y Policía Local de Obejo, una localidad de unos 1.500 habitantes.

El abogado de los cinco propietarios, Rafael Aranda, ha informado a los periodistas de que tienen previsto iniciar acciones legales por un presunto delito de estafa contra el promotor que les vendió las parcelas y que fue condenado por el juzgado. Además, le reclamarán los daños y perjuicios originados por la venta de estas parcelas, que el abogado calcula entre 60.000 y 90.000 euros.

El letrado también se refirió al recurso de amparo que los propietarios han presentado ante el Tribunal Constitucional y ha indicado que el daño "ya es irreparable porque las casas se han derribado antes de que se pronuncie el Tribunal". La demolición de las viviendas ha comenzado sin más incidentes que la crisis de ansiedad sufrida por uno de los propietarios, que ha tenido que ser asistido por personal de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias 061.