Una mujer de 41 años abrió ayer la macabra lista de muertes por culpa de la violencia machista del 2007. Su exmarido, J.M.M.V., de 45 años, la apuñaló con un cuchillo de cocina en la vivienda de esta, situada en Miguelturra (Ciudad Real). Dos horas después, dos ciclistas hallaron el cuerpo del hombre ahorcado en un árbol a las afueras de Ciudad Real, junto a su coche con el motor en marcha.

El supuesto autor de los hechos no tenía ninguna denuncia por maltrato, ni consta que existiera una orden de alejamiento. La pareja, separada desde varios años, tenía dos hijas, una de 20 años y otra de 5, y compartía la custodia de esta última. La mujer vivía en Miguelturra, de donde es natural su familia, mientras el hombre se marchó a Madrid tras la separación.

Según fuentes de la policía local, el hombre acudió el viernes a Miguelturra a recoger a su hija pequeña para llevársela a Madrid, a casa de sus padres. Pero después, por causas que se desconocen, regresó.

El suceso ocurrió de madrugada, ya que la hija mayor --que vive con su pareja-- habló con su madre sobre la medianoche. Según fuentes municipales, el exmarido se confesó autor de la muerte a través de una llamada a un cuñado, al que también advirtió de que se iba a suicidar.