La Princesa de Asturias ha abandonado esta madrugada la clínica Ruber Internacional de Madrid en donde se ha sometido, durante unas tres horas, a un control médico después de sentir contracciones.

Acompañada por Felipe, Letizia, que se encuentra en el último mes de embarazo, ha salido a las 3.20 horas de la clínica caminando y ha accedido a un automóvil que luego ha conducido el Príncipe, que se ha dirigido sonriente a los periodistas situados ante la clínica para decir: "Todo perfecto".

La Princesa, que se mostraba sonriente al igual que su esposo, ha ocupado el asiento del acompañante en el coche junto a su marido y ambos se han dirigido a su residencia en Zarzuela. "Ya dijimos que podía haber imprevistos", ha dicho Felipe a los periodistas, con humor, antes de abandonar el recinto de la clínica.

Ambos habían acudido al centro sanitario a las 00.30 horas y, por consejo del ginecólogo que atiende su embarazo, Luis Recasens, Letizia fue sometida a una monitorización para observar las contracciones que presentaba.

Desapercidas las contracciones, según un portavoz de Zarzuela, el médico determinó que la Princesa, que se encuentra "perfectamente", podía regresar a casa. El mismo portavoz, preguntado sobre si Letizia asistirá a la entrega de los Premios Príncipe de Asturias el próximo viernes, dijo que ese desplazamiento dependerá de la evolución del embarazo.

El Príncipe de Asturias afirmó, el pasado martes en el Palacio Real, durante la recepción ofrecida con motivo de la Fiesta Nacional, que el parto, al que quiere asistir, está previsto para mediados de noviembre.