El duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II, hombre que no derrocha sentido del humor, se acercó el martes a una exposición de caricaturas sobre personajes de la monarquía británica de los últimos 300 años. La visita era una obligación para él, como presidente del Mall Galleries, la sala en Londres de la Federación de Artistas Británicos. El duque se detuvo ante un dibujo de su esposa, que sufre nuevos ataques de la prensa, y de la reina Victoria.