El comentario jocoso versaba sobre si se fijarían en un coche deportivo o en un auto familiar. La sutileza no tiene límites, pero no hubo pistas sobre el parte ginecológico de la pareja. Los príncipes de Asturias inauguraron ayer el Salón Internacional del Automóvil de Barcelona con un férreo protocolo más propio de una revisión de tropas que de la apertura de un certamen con lo más granado del mundo del motor.

Durante más de dos horas, Felipe y Letizia pasearon por los estands del recinto sin subirse a ningún vehículo. Se echó de menos la espontaneidad del rey Juan Carlos, que en sus visitas anteriores solía brincar de volante en volante sin complejos.

La comitiva real --en la que estaban el ministro de Industria, José Montilla y el alcalde de Barcelona, Joan Clos-- se movió con soltura, demostrando una buena forma física. Algunos trabajadores de los estands discutían sobre si Letizia tenía pinta de embarazada. Por la mañana, los Príncipes acudieron a Rubí (Barcelona), donde el instituto Duque de Montblanc --uno de los títulos que regenta Felipe-- celebraba su 25º aniversario. La pareja participó en una clase de Historia Española en la que la profesora preparó una lección sobre el papel de la monarquía.

La visita por las aulas tuvo alrededor una nube de fotógrafos intentando captar cambios en la cintura de Letizia, que se atrevió a saludar en catalán y siguió con los labios el tema de una canción del grupo Sau. "Es que se la sabe", dijo Felipe.

TESTIMONIOS PRO JACKSON "Cuando estás en Neverland te olvidas de todos los problemas". Así describió ayer el rancho del cantante Michael Jackson la madre de Wade Robson, uno de los testigos de la defensa que el pasado jueves negó los supuestos abusos por parte del rey del pop.