Una jueza de Barcelona ha ordenado el ingreso en prisión preventiva y sin fianza de Raúl P.F., de unos 25 años, acusado de agredir y abusar sexualmente de tres menores e intentarlo con otra chica de 20 años en los ascensores de sus domicilios en la capital catalana. Los hechos han sucedido en tan solo nueve días, concretamente entre el 4 y el 13 de julio.

En un auto, la titular del juzgado de instrucción número 19 de Barcelona ha acordado el ingreso en prisión del detenido, después de que las cuatro víctimas le han identificado sin dudarlo en una rueda de reconocimiento en el juzgado, donde este viernes ha pasado a disposición judicial en calidad de detenido.La descripción física del presunto agresor coincide con la facilitada por las víctimas, incluso una de ellas describió un tatuaje que lucía en el cuerpo el acusado.

RIESGO DE FUGA

El detenido abordaba a sus víctimas, tres de ellas menores de edad, en los ascensores de sus domicilios, siempre en el mismo distrito de Barcelona, donde agredió sexualmente a una de ellas, abusó de otra y lo intentó con otras dos. Las agresiones se produjeron sobre las 17.00 horas en diferentes distritos de Barcelona. Únicamente una de las víctimas es mayor de edad, pero según la sentencia, su aspecto juvenil induce a error sobre su auténtica edad.

Tras uno de los ataques, la policía encontró fragmentos de una huella palmar que se ha identificado con la mano izquierda del detenido, quien tenía en su casa piezas de ropa iguales que las descritas por las víctimas.

En un auto, la magistrada ha considerado que el arrestado debe entrar en prisión por existir riesgo de fuga debido a la gravedad de la pena a la que se podría enfrentar por los cuatro delitos contra la libertad y dos de allanamiento de morada y por "el ánimo premeditado del investigado de agredir sexualmente a personas especialmente vulnerables por razón de la edad".

Finalmente, antes de ser detenido, el hombre intentó el pasado 13 de julio, sobre las 9.15 horas de la mañana, asaltar a una cuarta víctima, en este caso la chica de 20 años de edad, en el edificio de Barcelona en el que reside.

El agresor entró con ella en el ascensor y, cuando la mujer se apeó para entrar en su piso, se colocó detrás, la empujó hacia dentro del inmueble, cerró la puerta, la cogió fuertemente y le obligó a hacerle tocamientos, aunque la joven logró zafarse y cogió un cuchillo de la cocina para defenderse, ante lo que el joven también huyó.