El juez Fernando Grande-Marlaska ordenó ayer el ingreso en prisión del presidente del Club de Fútbol Reus Esportiu, Antonio Alonso, y de otras cinco personas --tres ucranianos y dos españoles-- por haber blanqueado más de 130 millones de euros (21.630 millones de pesetas) a través de la compraventa de hoteles y urbanizaciones de lujo, coches de alta gama y arte.

El juez dejó en libertad a los otros cinco detenidos, entre ellas la mujer y los dos hijos de Alonso, con la obligación de comparecencias quincenales en el juzgado. Asimismo, ordenó la busca y captura de otras cinco personas de nacionalidad rusa. Por su parte, Andorra imputó a dos abogados y al ejecutivo de un banco por haber trabajado para esta organización. En los próximos días, el juez, a instancias del fiscal anticorrupción, David Martínez Madero, solicitará la extradición de esas personas.

EL JEFE DEL GRUPO Este peligroso grupo estaba dirigido por Leonid Wulf, quien cumple condena por asesinato en Israel desde el año 2000. Además, esa persona está imputada por el intento de asesinato del exprimer ministro de Ucrania en 1996 Pavlo Lazarenko. Se da la circunstancia de que Lazarenko está siendo juzgado en Estados Unidos por haber malversado 144 millones de dólares (89 millones de euros) y por ordenar dos asesinatos.

Los jefes de este clan, Oleg Jarchenko y Volomir Yaskovets, que residían en Kiev (Ucrania), aunque "eran ciudadanos del mundo", según fuentes de la investigación, viajaron a Barcelona esta semana, ya que habían decidido ampliar su negocio y adentrarse en el sector de servicios.

En el barrio de Pedralbes residía su lugarteniente, Mijail Medvedev, quien habitaba en una mansión que los peritos judiciales han tasado por un importe de entre 12 y 18 millones de euros. Este ciudadano ucraniano tramitó su permiso de trabajo y residencia entre 1995 y 1996. El juez investiga ahora los métodos que usó para obtener esos papeles.

Por su parte, Antonio Alonso, presidente del Reus, pasó de una grave situación económica a colgar en su vivienda cuadros de María Fortuny, Ramón Casas y Joan Miró.