Al menos 34 personas han muerto por los fallos en el acelerador de los coches de Toyota vendidos en Estados Unidos, según han informado las autoridades de seguridad vial estadounidenses.

Hasta la fecha, se calculaba que eran 21 las personas muertas por fallos en el pedal del acelerador, que podía quedarse apretado sin voluntad del conductor como consecuencia de un mal funcionamiento del sistema de retorno. Durante años, las autoridades de EEUU han recopilado pruebas aportadas por ciudadanos sobre fallos en los vehículos. Desde que Toyota ha pedido la revisión de millones de coches ha aumentado también la cantidad de accidentes en los que se achaca la culpa al acelerador defectuoso. Solo en las últimas tres semanas se han recibido informes de 13 nuevas víctimas mortales.

Toyota deberá comparecer el 24 de febrero ante los tribunales en Washington, dond edeberá aclararse desde cuándo estaba la compañía con conocimiento de los fallos.

QUEJAS DESDE EL 2008

Toyoya ha admitido que en Europa ya se produjeron en el 2008 quejas de clientes por fallos en los citados pedales y que, en consecuencia, al año siguiente, en el 2009, se modificó el diseño. A raíz de conocerse este defecto en el pedal del acelerador (éste se quedaba atascado y también se bloqueaba con la alfombrilla), Toyota ha hecho un llamamiento a unos ocho millones de vehículos de su marca para que sean revisados en los talleres. La mayoría pertenecen al mercado estadounidense.

Además del problema con el acelerador, la compañía ha informado de que 437.000 vehículos híbridos tienen problemas con el sistema de frenado, entre ellos el modelo Prius. Este fallo ha originado solamente en Estados Unidos 34 accidentes con seis heridos, aunque no víctimas mortales.

CONSECUENCIAS ECONÓMICAS

De confirmarse la culpabilidad de Toyota, achacable fundamentalmente al fabricante del componente, la multinacional se vería expuesta a cuantiosas demandas. Como demandantes pueden presentarse no solamente las víctimas de accidentes de tránsito, sino también propietarios de vehículos Toyota cuyo valor se ha depreciado por la repercusión de los fallos técnicos.

Expertos consideran que esta debacle le costará a Toyota miles de millones de dólares. La compañía automovilística debió suspender temporalmente la producción y venta de los modelos problemáticos.

La multinacional japonesa, que a finales de año se convirtió en el primer fabricante mundial de automóviles, calcula que ha mandado revisar un total de nueve millones de vehículos por problemas de frenos o acelerador.