El secuestro ayer de veinte alumnos y dos empleados de un instituto del noroeste de Francia por un exprofesor del centro, en paro y aquejado de una depresión, se resolvió sin violencia.

El hombre, de 33 años, que retuvo a estas personas durante unas cinco horas en un aula del instituto de Sablé-sur-Sarthe, se entregó a las autoridades y los rehenes fueron liberados sanos y salvos.

La pistola que llevaba el secuestrador no era falsa, como había informado el prefecto de Sarthe nada más terminar el secuestro, sino que se trataba de un arma preparada para disparar balas de caucho, indicó más tarde la Gendarmería. El hombre quería llamar la atención sobre su situación profesional de "desamparo", en palabras del prefecto, Stéphane Bouillon. Está en paro desde que terminó su contrato en el instituto, hace dos años.

El secuestro comenzó en torno a las 15.00 locales (14.00 GMT) cuando el hombre irrumpió en el instituto Colbert de Torsy de esa localidad de Sarthe. El resto de los alumnos -unos 900- fueron evacuados, y unos 40 miembros del Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional (GIGN), un cuerpo de élite que incluye a expertos en negociar con secuestradores, se desplazaron al lugar de los hechos.

El hombre había asegurado a los rehenes que no les haría daño y dejó a los alumnos que telefonearan y enviaran mensajes con sus móviles a familiares y amigos.

"Parece tranquilo. Nos deja hablar entre nosotros. Está en un rincón. Espera una llamada y dice que cuando la reciba nos liberará", dijo una de las rehenes por teléfono a la emisora France Info.