Apenas ocho meses después de su implantación en las escuelas catalanas, el protocolo elaborado por las 'conselleries' de Edy de Interior para detectar si un estudiante evoluciona hacia la radicalización islámica va a ser revisado "a la luz de los atentados del pasado 17 de agosto", ha anunciado este viernes la titular de Educación, Clara Ponsatí. Entre otras "posibles mejoras", ha indicado la 'consellera', se ampliará a los profesores la formación, que hasta ahora solamente ha sido impartida a directores de centros educativos, para que tengan herramientas para identificar si alguno de sus alumnos ha entrado en ese proceso.

La medida, coordinada con los Mossos d'Esquadra, puede generar polémica: las comunidades musulmanas han denunciado que el protocolo esté poniendo excesivamente el foco sobre los estudiantes de su confesión religiosa, mientras que otros jóvenes potencialmente 'radicalizables '(por movimientos neonazis o por bandas latinas) no reciben el mismo seguimiento. El efecto, denuncian, es que se crea un nuevo estigma sobre los alumnos musulmanes, algo que resulta, al final, totalmente contraproducente.

Tras la queja, el protocolo de prevención, detección e intervención de procesos de radicalización en centros educativos retiró en marzo de su título la mención explícita que anteriormente hacía a la radicalización islámica, pero en sus 81 páginas de contenido sigue refiriéndose, hasta en una treintena de ocasiones, a esta religión y no lo hace en ninguna ocasión a otros tipos de radicalización juvenil.

Ponsatí, que también ha indicado que Ensenyament ha preparado materiales para "apoyar a las escuelas" a la hora de plantear debates que lleven a "la discusión y la reflexión" sobre los ataques de este verano, ha relacionado la revisión del protocolo con "los hechos dramáticos que han sacudido de manera especial a la comunidad educativa".

Sin mencionarlo de forma explícita, la 'consellera' ha venido a responder a las numerosas reflexiones y debates que se han suscitado las últimas semanas entre pedagogos, maestros y otros agentes del mundo de la educación después de saberse que los terroristas que integraron la célula de Ripoll eran jóvenes que habían realizado prácticamente toda su escolarización en Catalunya y que en algunos casos aún seguían el curso pasado dentro del sistema escolar.

El secretario de Políticas Educativas, Joan Mateo, ha anunciado asimismo que el lunes, en una reunión de la junta general de directores, se pedirá a los docentes una valoración del documento, y se definirán el enfoque que deben tomar los profesores para explicar los atentados, la reflexión interna del claustro o la forma trabajar el problema del yihadismo y los ataques terroristas en las aulas.